Mínimo podría ser el rayo de luz de mi ventana en la mañana. Mínima la yerba que queda en el frasco del estante. Mínimo el ruido de la pava hirviendo. Lo inesperado puede suceder en todas esas historias mínimas. De repente encontrarte en un lugar que jamás pensaste que sería tuyo. Con gente diferente que jamás creíste. Bienvenidos a mis historias mínimas. Foto: "Lejos de Palermo" de Cecilia Fortunato. Modelo Valen Fortu. General Rodriguez, verano 2012.

Hornero


Tuve un hornero.

Un día decidí llamarlo “angustia”
y enfurecido me picoteó para dolerme.

“Porque no es el poema una alimaña”, sostuvo.

Después se fue,
dejándome en el tórax una cicatriz
llena de barro.


del libro "El caserío, publicado en el 2007:
de Carlos Aldazábal

Mi cumple 7/10 =)


Amo la vida, la buena gente, las cosas simples que dan alegrías.
En mi camino, tuve la suerte de encontrarte. Un ser divino, especial, que me hiciste muy bien.
Me llenaste de amor y alegría. Vos y tus hijos. Seres especiales y únicos, como vos.
Me llenaste de Sonrisas Enormes que perduran en mi alma.

Elo

Aconcagua

Arma tu carpa al pie del Aconcagua. Y podrás sentir esa ráfaga de frescura que algunas veces, trae el viento del pasado. Y le da un aire nuevo a tu presente. Aunque solo sea por ese rato!



Ricardo Leonel Vega

Incontenible intranquilidad

Otra ciudad en esta misma ciudad hay, llena de recuerdos fantasmas ¿los ves?
Que me invitan a salir a buscar…aquellas ganas de ayer...aquellas ganas de ayer...que volvieron hoy.
Voy por la ciudad y me dejo llevar, ¿tu magia (¿o la mía?) voy a buscar? Vuelvo a aquel lugar y me quiero encontrar, siento una incontenible intranquilidad. Voy hoy, vuelvo hoy.
En esa casa otros cielos soñamos los dos, pero un ilógico tren me demolió el sol. Y por tenebrosas calles sin regreso,
aprendí a luchar sin vos. Soy hoy, siento hoy.
Sigo siendo yo, pero no. Crucé el mar (vos lo sabes).
Luces y sombras me conocen bien.
Y cuando me perdí...y cuando me perdí...
¡Me encontré!

Juan Sur

Extraño Amor

Señor , Señor sus hijos tienen hambre
A mis hijos no les falta nada
Señor, Señor sus hijos tienen sed
A mis hijos no les falta nada
Señor , Señor sus hijos tienen frío
A mis hijos no les falta nada
Señor , Señor sus hijos lloran
A mis hijos no les falta nada
Señor , Señor la madre de sus hijos llora
A mis hijos no les falta nada
Señor, Señor hay silencio y oscuridad
A mis hijos no les faltó nada
YO LOS AMABA

Juana Inés

Memoria

Saber que va a amanecer. Los ojos entreabiertos, el espejo a lo lejos, la cabeza despeinada.
Saber que va a amanecer y no saber que sigue.
El tema son los olvidos. Olvidar el rumbo.
Había dejado marcado el sitio en la vereda donde paré de contar. Tenía que encontrar la marca.
Con paciencia de bordadora miraba el asfalto monótono. La ví! y empece de nuevo a contar, como lo había hecho el día anterior y el día anterior al anterior y el anterior al anterior al de hoy.
Olvidar es algo así como resignarse. Es no recordar, es dejar atrás, es no se, tan solo olvidar.
Pero el olvido no existe cuando no tenés para la leche, ni tampoco califica cuando no hay veneno para las hormigas que castigan el rosal.
Olvidos como estos no aparecen justo antes de amanecer. Los recuerdos siguen, las convicciones no se borran. Apenas entreabiertos los ojos, el espejo a lo lejos, la cabeza despeinada y el maldito sitio donde ayer paré de contar.

P.

Fresias

Desperté pronto y temprano.
No encontraba mi blusa.
Debía salir con tiempo.
Lo hice maquillada, con la boca rojo furioso.
Barrera, ruta, autopista.
Semáforo largo de Márquez donde te atrapan los limpia vidrios.
Por suerte el auto se acomodó en un cordón con parquímetro.
Quince antes de la hora, no esta mal para una muchacha impuntual como yo.
Aproveche y compre fresias amarillas y pensé que llegaría con ellas, las pondría sobre la mesa de ese bar testigo y simularía en silencio el deseo de que alguien me las habría regalado.
Justo ahí frente a los Tribunales de Ituzaingó quedamos. Llega, saluda con una sonrisa amable y forzada. Se sienta, estira los brazos y se deslizan sus mangas hacia atrás.
“Mira chiquita esto es así”, y da su explicación de los hechos, describe las consecuencias de mis actos, hace suposiciones sobre mi futuro.
Yo solo observo y observo y vuelvo a observar. Su boca en la taza de café, sus gestos abusivos, solo observo.
Los ojos le crecen, los dientes se alargan, las uñas se despliegan.
Saca papeles, me pide que los firme. Debía hacerlo, para eso el motivo de mi mañana. Me ofrece su pluma pero saco la mía, es que ya aprendí de ellos algunos trucos, sabés?
Su aliento se incrementa, sus palabras retumban. Las letras de esas líneas se desfiguran.
Aparece una Ferrari absurda en sus ejemplos, habla de estrategias y amenaza con bajarse. Me pide que lo piense.
Yo solo observo. Y observo nuevamente y de repente veo las fresias amarilla que encandilan la mesa, y veo todo lo que no vi en ese momento de bar.
Camino hacia el auto no encontré el kiosco de las flores luminosas. Le pregunté al librero por alguno: "Kiosco de flores, mmm no no, flores podés encontrar en el Havanna, aquí, justo a la vuelta".

P.




Solo eso

Correr y bajo los pies el alba
Correr y bajo los pies los sueños.
Correr y bajo los pies el alma.
Correr y sobre el suelo, mis pies.
P.

Herido

Solo.
Caminando herido.
Solo.
Mirando herido.
Solo.
Preguntando herido.
¿Cómo era compartir?
¿Cómo era sentir?
¿Cómo era querer?


Solo.
Herido.
Buscando respuesta...

Juan Sur

Dos

La cocina se pegotea en mis pies descalzos.
Describe el caos de los preparativos de esta tarde.
La torta quedó flaca. No importa la voy a rellenar. Hay confites, frutillas y crema en la heladera.
El jardín floreció con el inflable.
La sangre corre rápido antes de la hora.
T espero, ojalá vengas. No importa cuantos sean.
P.

Sonrisas Mínimas

Solía pensar en lo enorme que se debía sentir un artista sobre el escenario viendo como miles de almas cantan sus canciones.
En lo increible que debe sonar tu nombre coreado en un partido de fútbol. El placer de un escritor, sabiendo que sus palabras son leídas por millones de personas en distintas partes del mundo. Lo sigo pensando, y debe ser extraordinario ...
Pero en definitiva, lo magico de todo eso, no es al número de gente que llegan, sino que alguien, una persona común puede llegar a estremecer y transformar a otro ser humano.
Hoy definitivamente, me llena de placer llegar a tocar el alma de las personas que quiero y tal vez con mis actos, mis gestos, mi andar, logre transmitir la alegria de hacer cosas. Pequeñas cosas, que se traduzcan en hechos y que puedan transformar la realidad.
Cosas mínimas que dejen Sonrisas mínimas, Sonrisas mínimas que llenen tu alma.
Eloy
El sueño no viene.
Insomnio.
Por mas que intente.
Insomnio.
Y busco la pasión de aquellas cartas…
Estoy perdido.
Melancolía.
Por mas que intente.
Melancolía.
Y no sé
pero te extraño!

Juan Sur

Espontáneo

Después de varias horas cae el sol.
Algunos cuerpos se despejan, relajan sus mentes, liberan sus almas.
Otros reposan sólo con quietud externa albergando almas inquietas. 
El cuerpo disciplina, enmarca el paso del tiempo, contiene un protocolo. Almacena la ansiedad que emana el alma. Un alma que no descansa, que sueña y aguarda a ser sorprendida. 
A veces hay que saber esperar para tenerlo todo. 

Cecilia Fortunato
Tenés que ser libre y feliz, me dijo.
Juntos seremos libres y felices respondí.
Fue la última conversación.
Aún busco la felicidad, peleo por mi libertad, 
aún la busco.
¿Soy libre? ¿Soy feliz?

Luis Giardino

AL TANO

Sus manos. Sus manos gigantes que todo lo pueden. Quien las supo y pudo escuchar contaban su historia. Una historia mas entre las miles de esperanzas gringas que vinieron en barco queriendo echar raíz. Sabían de malarias y de conventillos y de que con casi nada hacerlo todo.

Amaban las cucharas, los baldes, los canastos, el fratacho, las reglas, el nivel, la plomada,la maza, la punta , el cortafrío y su oficio.
Además de sus manos, su pelo blanco, su altura, sus anteojos y su gorrito de papel; él andaba siempre con su espíritu pionero,capeando desafíos imposibles,arriba de andamios y fachadas derrochando vitalidad, ironía e hidalguía y el quijote ingenio de arreglarse con lo que había. Y hacer.

Lo conocí en la escuela. Llueva, nieve o truene él llegaba temprano, se cambiaba los zapatos, se ponía el delantal y a la-bu-rar. Y de reojo y a distancia sabía si hacíamos el trabajo bien o mal.
Fue mi maestro y aprendí que con ganas, algo de oficio, pocas herramientas y mucha testarudez uno puede crear belleza, transformar vidas, construir mundos y ser mejor.
Fue mi maestro y hoy es patrimonio de la escuela…el tano, el tano Gigli...

Dicen que se fue, que nos dejó ¡justo él! el primero en llegar, que vino a hacer y no a chamuyar…escuchen bien: ahora hablan sus manos en muchas otras manos y en las mías también.

Luciano Logiovine

Yo sé que es triste recordar a los amigos muertos, los viejos compañeros, que eran mas jóvenes que el alba.
Pero vale la pena esta alegría de no olvidar, es una manera de ganarles a nuestros enemigos este combate final y desparejo..
Cada aula, cada esquina, cada banco de aquella plaza me recuerda lo que fuimos y ya no somos.
Porque vos y no yo? pasaron muchos años y ninguna respuesta.
Aun te busco.
Luis Giardino

American Beauty Dirección: Sam Mendes Guión: Alan Ball Fotografía: Conrad L.Hall Música: Thomas Newman y Pete Townshend


Con tan solo mirar una bolsa electrificada por el aire de una tormenta que llega, el protagonista dice:

"A VECES HAY TANTA BELLEZA EN EL MUNDO QUE SIENTO QUE NO LA PUEDO SOPORTAR".
"Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a ella que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico." 

Luis Giardino
giardino12@gmail.com

un año rescatada II

Mirá es así.
De repente tomas la decisión y tu vida frena y vuelca, aunque tengas el Honda último modelo, con airbag y frenos ABS garantizado.
Después aparecen los ángeles y yo tuve uno.
Los ángeles no son blancos, ni pequeños, ni silenciosos.
El mío fue luminoso. Iluminó el camino que seguía. Se rió conmigo, lloró y gozó. Fue generoso. Me tomó de la mano y me quiso así, como venía. No tuvo que regalarme rosas, ni perfumes, ni salidas exóticas. Tampoco tuvo que cocinar con jengibre, ni armar la mesa con panes de amapola, ni saberse los directores de las películas que tanto me gustan. Tan solo compartió su simpleza, tan simple, tan simple que era enorme.
Nada me pidió a cambio, pero recibió todo lo que quise darle.
Mi ángel quiso mi vida y lo que había alrededor. Yo le agradecí cada día y me aferré a su mano y le regalé mis pensamientos.
Escribió sobre mí y me agradeció todas las veces que pudo, porque como dije son generosos.
Mi ángel ya se aleja. Es el momento y ahora debo desplegar las alas que crecieron a su lado. Gracias a las suyas me sentí protegida. Las lágrimas amargas de aquella vez ahora son dulces.
A veces la vida te toma de sorpresa, nunca te deja solo. Te pone trabas y te hace sentir fracasos, pero es la excusa para acercarte seres maravillosos que de otra manera jamás hubieras conocido.
Ahora los dejo. Presten atención a su alrededor. Mirá, no dejes de hacerlo porque es así.
P.

un año rescatada


Mínimo podría ser el rayo de luz de mi ventana en la mañana.
mínima la yerba que queda en el frasco del estante.
mínimo el ruido de la pava hirviendo.


Lo inesperado puede suceder en todas esas historias mínimas.
De repente encontrarte en un lugar que jamás pensaste que sería tuyo.
Con gente diferente que jamás creíste 


Bienvenidos a mis historias mínimas.


Paula