No lo sabemos.
Quien sabe reír?
Es ese ruido de impetuosa que clama.
A dónde fué?
Quien se quedo con ella?
La mas deseada.
Ahora en la noche cuando nada ríe, cuando tu voz duerme.
Piensas en ella. La extrañas, la persigues.
Crees que leerá esto y volverá mañana.
Pero ya apuntalaron la iglesia y esta en orden.
Si no hay risas queda el campanario.
Que toque y se expanda, que suene.
Pero ya es de noche y la noche calla.
Y no hace ruido porque el niño duerme.
El campanario quedó lejos, no se escucha.
Se acerca una figura, borrosa por la luna.
Aparece, se sienta al lado.
Te da la mano y huele a rosas.
Ahí mismo, en la noche del silencio, aparece, sin sonido.
A gritar mi nombre.
Me dió por reír y desperté al niño.