Mínimo podría ser el rayo de luz de mi ventana en la mañana. Mínima la yerba que queda en el frasco del estante. Mínimo el ruido de la pava hirviendo. Lo inesperado puede suceder en todas esas historias mínimas. De repente encontrarte en un lugar que jamás pensaste que sería tuyo. Con gente diferente que jamás creíste. Bienvenidos a mis historias mínimas. Foto: "Lejos de Palermo" de Cecilia Fortunato. Modelo Valen Fortu. General Rodriguez, verano 2012.
No lo sabemos.

Quien sabe reír?
Es ese ruido de impetuosa que clama.

A dónde fué?
Quien se quedo con ella?
La mas deseada.

Ahora en la noche cuando nada ríe, cuando tu voz duerme.
Piensas en ella. La extrañas, la persigues.
Crees que leerá esto y volverá mañana.

Pero ya apuntalaron la iglesia y esta en orden.
Si no hay risas queda el campanario.
Que toque y se expanda, que suene.

Pero ya es de noche y la noche calla.
Y no hace ruido porque el niño duerme.

El campanario quedó lejos, no se escucha.
Se acerca una figura, borrosa por la luna.
Aparece, se sienta al lado.
Te da la mano y huele a rosas.

Ahí mismo, en la noche del silencio, aparece, sin sonido.
A gritar mi nombre.


Me dió por reír y desperté al niño.


Twist


Vamos, pare, avanti.
Feria de diseño independiente. Me pregunto que significa esto del diseño independiente. Será el apellido de alguien que decidió vivir solo, “Aurelio Independiente”, o será que el diseño es de Avellaneda y no de Racing?

Percheros multicolores, texturas lánguidas aunque brillosas y ásperas. Estampas religiosas, de Los Ramones, Lennon y el siempre vivo Che. Rallas y prendedores. Una gran tienda dividida en compartimientos que llaman “box”, repleto de remeras cortas, largas, entalladas. Blusas, mini shorts de los que ya no me entran.
Acá si tengo los años que llevo, en los ojos y en la piel. Veo lo que la del box de al lado aún no ve. Llevo en mi estructura a dos de ella.
“Sali de noche”, dijo. Tengo mucha noche y estoy grande fue su insulto. No tendría mas de 25 yo guardo silencio y mis secretos. Esos secretos de los ’80, cuando la calle estallaba y nos comía. Ella entendería que no había drogas de diseño?, esa palabra renuente en el orgullo de los percheros, a pocas cuadras del Once, que son pocas las conté, pocos metros, porque de donde yo vengo hablamos en kilómetros.
La ciudad separa la mente pero no el cuerpo. Pasas dos cuadras y Palermo no existe, aunque la calle siga llamándose El Salvador.
Pero creo que vivo cerca a pesar de la distancia. Ella cree que el Once es lejos y que queda a kilómetros de acá.
Volvamos a lo que debo vender. Mi producto de diseño tiene un componente demasiado intelectual para este caos. –Te doy dos por uno y no te cobro-, explico. Que son de cuero y sospechan y que son antideslizantes.
Digo armalos y divertite, un dato al pedo, ya t saludaron y se fijaron en la remera de la de al lado que invade mi espacio pero no le diré nada.
Capaz los moños son demasiado pelotudos para la chica tatuada. Deduzco que estudió teatro porque tiene la máscara de la comedia teñida en la piel de su pantorrilla. Un dato que da a conocer orgullosa aunque nunca halla recibido un aplauso.

No se si venderé mis sandalias. La mente es un elemento extraño y este lugar me agota.
El short amarillo con ribete negro y estampado con rayos es superdiminuto y me pone nerviosa y frente a él mis zapatitos de moño parecen sacados del libro Mujercitas.

Después pienso que no llevo tatuaje que diga todo lo que soy o lo que creo ser. Solo llevo encima una blusa de puntillas y mis Twist colgadas, y algún ojo de bife que intenta ser procesado en mi estómago desde anoche.
Entonces sigo mi cuento, esta parte hablaría de los tatuajes. Decía que yo no tengo, pero si tengo este blog, estas historias mínimas que fui acumulando en el tiempo, que me llevan de viaje cuando aparecen a Palermo o Katmandú .

Tiempo en que me entraba ese short amarillo de estampado a rayos de tormenta de primavera, con pespunte negro, ultradiminuto. Ese short valioso, que ahora solo quiero comprar para hacerlo desaparecer, al menos de mi vista.

PD: Al rato llegaste vos de sorpresa, y salimos al sol donde están las tienditas ambulantes de la vereda. Me regalaste ese vestido largo, blanco y de puntillas. Una túnica peruana que adoro y que necesita tu ayuda para atar su cinto de telar en mi cintura. Camino con él al lado tuyo y soy feliz.


MR. PROYECTO SOLIDARIO

MR. PROYECTO SOLIDARIO



PORQUE?
PORQUE si sos runner habitual se  te juntan por montones y abundan en tu guardarropa. Si lees MR seguramente te gusta la buena pilcha para entrenar y no las debes usar para eso, tampoco te las pondrías con jean para salir a la noche. Las tenés ahí, sumando lugar. Las entregan con el kit de una carrera y  te  quedan ahi archivadas, guardadas, cuentan una historia, pueden ser emotivas, estan asociadas a un recuerdo , de un día que te fue mal , de otro que te fué bien, de un primer 10k o de la meta que te hayas propuesto.. pero son eso .. souvenirs, recuerdos .. que seguramente no usas. COLECCIONA MOMENTOS, NO REMERAS pensé, porque quizàs a alguien les puede servir.
En mi caso junte unas 50, y si me desprendo mas quizas una diez mas arrimo. Vengo con la idea de donarlas hace tiempo.
La idea la abrí un poco , abro el juego y me pregunto cuantos de uds pueden, quieren o tienen ganas de revolver el placard y donar esas remeras ?
COMO HACEMOS?
La idea es simple, donarlas. Pero como estamos en un site de running – que no es solo – de running te pido que postees en el facebook de este espacio una foto “creativa” de ser posible. No es un requisito, es una idea . Una foto de  tu colección, de esas remeras , de ese recuerdo que vas donar. Si te gusta mas escribir  quizas te copes en contar la historia de esa remera de la que te desprendés.
A DONDE  VAN LAS REMERAS?  
Lo estoy pensando .  Hay muchos lugares (y se aceptan sugerencias) desde hospitales a instituciones , colegios, villas y lugares donde puede haber chicos o no tan chicos a los cuales tener esta ropa los ayudaría. Va a ir surgiendo un lugar, lo que si quiero es entregarlas yo, eso sí.  En mano, sin encomiendas ni intermediarios. Acà en Buenos Aires – por ahora – se abre el juego a los amigos de ROSARIO .  A algún lugar donde podamos ver incluso como se las prueban , las usan y las disfrutan. Para jugar, para dormir, para usar, la cuestión es que les llegué directo a los chicos , y cuando las entregue lo vamos a documentar.
COMO HACEMOS ENTONCES?
1. Posteá en facebook la foto de tus remeras, contá la historia si queres que hay detràs de ellas, alguna quizas sea importante y te cueste dejarla. Invita a algun amigo a sumarse a la idea.
3. Estoy pensando en la posibilidad de tener algunos “centros de recepcion”, lugares donde se pueda dejar la ropa. Una bolsa, tu nombre en ella. Hay gente amiga en el interior, ya se sumó NOAF a la movida. Hay gente amiga en La Plata, sería bueno tener lugares donde poder dejar las remeras. En cuanto lo defina lo informo. Mantengamos el feedback en la red social para ir viendo cuantas son, quienes donan, como las hacen llegar y una vez elegido el o los lugares donde irían hasta estan invitados a venir conmigo a entregarlas.
COLECCIONA MOMENTOS !!

La muerte y la vida (mucho más allá del running)

de Runnin' Web REVISTA / CALENDARIO DE CARRERAS, el Lunes, 13 de junio de 2011 a las 23:39

Se extinguió de pronto la vida de un hombre. Se teminó de golpe, fuerte, inesperada, inmediata, fulminante, sin perdonar a nada ni nadie, como siempre, mientras él corría como vos y nosotros, tratando justamente de vivir. Lo dejó sin respiración, sin aire, sin piernas, y se lo llevó con ella, diciéndole hasta acá llegó el camino, corredor, esta es la impensada meta.

Nos dejó boquiabiertos, dolidos, asombrados, mudos, sinrazón, y sin nadie a quien reclamarle, porque las vidas, esperada o inesperadamente, siempre se acaban. Dejó vacía a una familia, un grupo de amigos, tal vez hijos, y mucho amor desconsolado, mucha ausencia, y un dolor irrefrenable, porque la muerte mata mucho más que al que murió, y despierta muchos sentimientos.

Hoy amanecimos de nuevo y él no, y queremos reclamar lo irreclamable, poner el grito en el cielo, insultar, protestar, como una expulsión en el futbol, como una tarjeta roja que sabés que ya no te pueden quitar, pero uno solo quiere llorar y pedir que no haya pasado, pero pasó, y fue mucho más que una tarjeta roja.

Y es lunes, y es martes, miércoles, y se habla de la muerte de una persona, un corredor, y esa muerte nos hace vibrar a todos, detenernos, pensar, reflexionar. Y en eso andamos, claro, sobre las razones de esta muerte, los errores, las falencias, sobre lo que se hizo y lo que no, y lo que quizá se pudo haber hecho, y tengo ganas también de poner mi grito en el cielo, para que suba y baje, y todos lo escuchen, hasta el dios de los corredores, y que me respondan. Pero el grito sube, y baja, y el silencio se vuelve a apoderar, largo y, como es su costumbre, dolorosamente silencioso. Y seguirá la vida y la muerte, y amanecerá otro día, pero él no habrá vuelto, porque de ese momento no se vuelve, y yo volveré a reflexionar.

Todas las vidas empiezan y terminan, también la nuestra, y tantas veces transcurrimos ocupados, dándola por sentada. Hago otra pausa y miro para adentro, donde está supuestamente mi alma y el corazón de mi hija, mi familia, mis amigos, mis amores, mis mejores momentos, mi infancia, mis recuerdos, y también mi presente y mi futuro. Y pienso en todos ellos, y otra vez me cae una lágrima, pero dejo que caiga, quiero que caiga, porque mi lágrima es esta vez de emoción por esta muerte, y me hace de pronto valorar fuerte mi vida. Y agarro una hoja imaginaria y escribo, como recordándomelo, que no me puede pasar en vano. Escribo, sé feliz, siempre, y hacé felices a otros. Amá, no odies nunca, ni al que merezca tu odio, buscá cada día ser mejor, con los tuyos y con los demás. La vida está llena de belleza y está en nosotros no perdernos en el camino con emociones absurdas. Aprendé a dar, y vas a descubrir que el amor y las sonrisas que van, a la larga vuelven. Buscá hacer siempre lo que más te gusta y mejor te hace. Corré, si es lo que te llena el alma y te regala buenos momentos, y aprendé a compartirlo con otros. Amá más, corré más, sonreí más, viví mejor, tené una vida plena y hermosa, como corredor, y mucho más allá del running.

Eze Olzanski
Director
info@runnin.com.ar

Perra:

“Hembra del perro (Canis lupus familiaris). Mujer mala que insiste en algo de manera obstinada, irracional o arbitraria. Enfada por una causa trivial o poco razonable. Estado de intoxicación. Suegra, exmujer, exnovia. Dícese de toda aquella persona del sexo femenino con la que no existe ningún tipo de interés o relación sentimental ni familiar con la persona que lo dice al igual que con su grupo de amistades”.


Uf! Anoche ELLOS dijeron que llegaron ellas. Un grupete de altas y bajas. Algunas muy maquilladas, otras menos, otras a cara lavada.
Monas y no tanto. Rubias, morochas, pelirrojas. Alguna con pecas, otras de flequillo. Algunas con pelos hasta la cintura, otras no tanto, pero ninguna con poco.
Para esa hora las miraron con ojos de vasos vacíos. Con la sangre impura de avanzada la noche. Nadie pensó no haberlas visto.


Bailaron y vibraron con la buena música. Movieron todos sus atributos. Bebieron y brindaron con cada copa llena. En bloque o separadas se deslizaban por la galería de luces que se reflejaban en sus dientes blancos de esa sonrisa de éxito.


Todas quisimos ser ellas. Hembras de ellos, amando como una esposa no lo haría. Con muchos, malas y pedigüeñas al borde de echarte cuando quieran. Intoxicadas de tanto de eso que no tengo.


Libres, felices y perras.


P.

Foto: Ceci Fortunato. "Franca, la mejor amiga del hombre"

Crónica dos.

De nuevo el coche y la última vuelta a la plaza por esos puestos que explotan de colores, la paleta perfecta de la vida. Mantas con historias pasadas, escondidas entre sus hilos de llama, alpaca, oveja, vicuña, hilos trenzados a mano con la paciencia que no tengo. Combinaciones que brotan de las almas, sí de nuevo las almas.

Todo en perfecta armonía. Menos un cajero del Macro oportunamente escondido. Ahí justito para los de ciudad acostumbrados al dame dos. Y bue!, lo perdonamos, le damos permiso de permanencia.

De pronto aparece la Cande cargadísima con bolsas de plástico en sus manos y superpuestas con los plásticos de las manijas lastimándole la piel. Ese peso mejor llevado que se conecta directamente con la sonrisa enorme y satisfecha de su boca de perla.

Yo agachada en el piso de un localcito de una galería, mirando el aguayo mas antiguo que hubiera. Quería alguno para mi pared, uno viejo, gastado, percudido. Entre tantos y de golpe aparece uno con una inscripción en Quechua y una fecha: “1969”, la fecha de mi nacimiento. Ni lo dudé, 41 años fueron lo suficientemente antiguo. Un horizonte que llego a ver, un camino conocido. Que mas, lo otro quien sabe.

La intriga del resto de la inscripción era inmensa como mi ansiedad. La vendedora también sintió que no era casual y se esmeró por conseguir algún ser vecino que Quechua supiera. Pero fue difícil leer esas letras y creo que las intenciones de la señora heredera eran mas grandes que sus verdaderos conocimientos del idioma de sus abuelos.

Entonces queda pendiente que es lo que el aguayo que nació cuando yo nacía esconde. Algunas palabras sueltas decían guayra, para, inti: viento, lluvia, sol.
No soporto no saberlo. Si vos lees esto y te animás al quechua, te convido un rico te de blend casero debajo de mi Liquidambar bermellón, igual a los que durante todos los caminos de este otoño encontramos desplegados por toda la Quebrada.

La muchacha que me atendió era tan, tan agradable que me hubiera quedado charlando con ella toda la tarde. Pero el tiempo corría. Todavía nos esperaba Tilcara y a las 20 salía el vuelo desde Salta.

De nuevo el coche, extasiados de tanto. Tanto todo. Aire, luz, olores, sonidos.
Y ahora vos mi buen amigo, por el espejo, tus ojos que descubro transparentes. Pienso como se verá la vida con ellos. Y al lado la mano que me toca, la de mi niña, la de ahora mirada de koya, de rojos, verdes, marrones, celestes. Mirada pequeña y mía.

Hay rayones y tachaduras. Líneas secretas que jamás leerás. -“Cuaderno no me traiciones. Calla cuando te lean, enciéndete cuando te escriba. Prende y apaga tus párrafos según quien sea.-

P.




Dique LA CIENAGA


Plaza principal Cachi